7.5.12

Expansión del Control Biológico en el marco de la Producción Integrada en Almería

  • Se trata de una historia de éxitos
En la Serie Documentos de la sección Sanidad Vegetal, publicada por,
José Antonio Aliaga Mateos
Miguel Martín Acebedo Vaz
Mª. Paz Rodríguez Rodríguez
Javier Torres Juárez

El documento disponible a la demanda en la sección Publicaciones del portal Poscosecha y del Grupo THM,  “expansión del Control Biológico, CB en el marco de la Producción Integrada, PI en Almería” es una historia de éxitos. Los autores, que se indican en el encabezamiento, trabajan en el departamento de sanidad vegetal, en la unidad de PI, de la Junta de Andalucía en Almería, España y explican en el documento el cómo y el cuánto del desarrollo de estas tecnologías hortícolas en los cultivos protegidos con plásticos.

Las informaciones del documento hacen alusión a los principales cultivos hortícolas protegidos en Almería (berenjena, calabacín, judía verde, melón, pepino, pimiento, sandía y tomate), que se desarrollan en los invernaderos de plástico en del sur de España, en las costas mediterráneas, con suelos.arenados en su mayoría, con instalaciones de riego localizado, estructuras con diferentes sistemas y alturas,  que como medio de aislamiento emplean la combinación de plástico y malla para facilitar la ventilación lateral y /o cenital.
En las comarcas hortícolas de Almería en el ciclo de otoño el color verde indica la superficie de pimiento en control biológico y el rojo tomate. Abajo, el ciclo de primavera en que el amarillo son los cultivos de melón  y los puntos verdes la sandía.
Estos sistemas de cultivo, explican estos autores, establecen un medio favorable para el desarrollo de las plantas y por tanto de sus plagas; la presencia de las mismas constituyen un problema serio según los niveles de población, estado vegetativo de los cultivos, órganos a los que afectan, sensibilidad de las especies vegetales (variedades),  prácticas de cultivo, destino de las producciones, criterios de calidad aplicables, etc. Ahora estos sistemas de cultivo han cambiado, ¿cuáles han sido estos cambios? y ¿cómo se han hecho?


Las marcas globales de fitosanitarios se apuntan
 a los conceptos de lucha integrada contra plagas
Durante años la elevada presencia de plagas junto al empleo de un sistema de control fitosanitario basado de forma preferente y casi exclusiva en tratamientos con productos fitosanitarios, trajeron como consecuencia la  aparición de resistencias de las plagas y con ello aplicaciones repetidas con materias activas de la misma familia química o muy similar, efectos nocivos para la salud de los manipuladores, presencia de residuos en los productos hortícolas para consumo, riesgos de daños medioambientales o eco-toxicológicos (flora y fauna natural, suelo, aguas superficiales y subterráneas, etc..). Esta era una problemática a la que había que hacer frente para modernizar la horticultura en los años 1980-1985. Se planteaba la necesidad de buscar y poner a punto otros sistemas de control alternativos a los empleados.

Desde entonces el sector de la producción hortícola de invernadero del sur de España ha tenido una evolución sin precedentes a nivel mundial en lo que se refiere a las prácticas agrícolas respetuosas con el medio ambiente.

La superficie de CB en Almería, esta distribuida por todas las zonas de cultivo. El grado de implantación actual es elevado, principalmente en pimiento, con más del 80% del total de la superficie provincial en el programa. El CB en pimiento alcanza más de 5.000 hectáreas, casi 4.000 en melón y más de 2.000 en sandía, otras 2.000 en tomate y la misma superficie en pepino; en calabacín y judía hay otras 1.000 hectáreas para cada una de las dos hortalizas. Para la implementación del CB las ayudas de la administración pública a los agricultores en Andalucía han sido determinantes en esta historia de éxitos.  A partir de la campaña agrícola 2009/10 se produjo una reducción de los créditos disponibles para esta línea de ayuda, disminuyendo la intensidad de la subvención desde el 50% al 22.30%.

La valoración actual del sistema ha supuesto un avance tecnológico muy importante revitalizando las expectativas del sector productor y comercializador, así como un impulso en la cualificación técnica para los responsables de las explotaciones. En la campaña hortícola 2005-2006 había 128 hectáreas de cultivos en control biológico en el marco de la producción integrada en Almería y 5 años más tarde hay una superficie controlada de 16.401 hectáreas.

Se ha observado un cambio sustancial en positivo por todas las partes implicadas en el proceso productivo y comercializador. Los agricultores han asimilado bien los cambios en sus métodos de trabajo, adaptándose al uso de los organismos de control biológico, O.C.B’s. Los técnicos se han documentado y formado para asesorar debidamente a los agricultores.

Se ha apreciado claramente, explican estos autores en el informe disponible a la demanda en Publicaciones, "expansión del control biológico en el marco de la producción integrada en Almería", que como consecuencia de la implantación del C.B, la reducción drástica de determinadas malas prácticas (aplicaciones indebidas, levantamiento de cultivos de forma inadecuada, e t c). Se puede afirmar que la aplicación del C.B. ha supuesto una revolución en el control fitosanitario. La alta eficacia conseguida, la garantía de ausencia de residuos y el respeto a la salud de las personas y al medio ambiente, justifican la aceptación actual y el continuo crecimiento experimentado. Se ha producido su implantación en grandes zonas y afecta a los diversos cultivos hortícolas protegidos.

Actualmente, el cultivo bajo invernadero que se realiza en Almería se ha convertido en el mejor ejemplo de cómo, si la agricultura convencional evoluciona y aplica técnicas de producción sanas, saludables y respetuosas con el medio ambiente, sus productos obtienen el  reconocimiento en los mercados, que han valorado los resultados de esta revolución verde.

Retos para el futuro
Según los autores del informe de lo que se trata ahora es de consolidar y afianzar los logros obtenidos, mejorando progresivamente los protocolos técnicos de aplicación del C.B., dando respuesta a las nuevas problemáticas que se presentan. Ello obliga a realizar una continua revisión de las estrategias de control, de aquello que no se puede considerar como un sistema estático. El objetivo final, en la horticultura de Andalucía, y en Almería en particular, es implantar el Control Biológico en el 100 % de los cultivos protegidos, concluye el informe.

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