11.10.11

Descontento en la horticultura italiana

INFORMACION
La moderna horticultura italiana que significan las 54 empresas de IV gama controlan, ellas solas, casi la mitad de las hortalizas de su país, según informaciones del Macfrut
La IV gama
El corredor verde
Patatas con mayores contenidos de selenio y/o de yodo

El análisis de ingresos y costes del Ismea sobre la horticultura comestible italiana muestra aspectos negativos. Los costes suben y los precios no lo hacen, las consecuencia son pérdidas para muchos productores, dicen las informaciones recogidas por la prensa participante durante el Macfrut de Cesena de este año.
Durante los últimos 5 años las buenas noticias provienen de las exportaciones que han aumentado un 8,3 % mientras que las frutas, hortalizas y patatas importadas por los italianos solo han crecido un 5,2%

Cadena de suministro
En la cadena de suministro, unos ganan siempre y otros pierden. En la horticultura italiana, también en España y otros países, la cadena de suministro necesita cambios. En los informes que elaboran los institutos de estudios económicos como el Ismea italiano, frente a la concentración de la demanda se propone a los productores la concentración de la oferta. Sin embargo, en ninguna parte se dice cómo hacerlo. Otra de las propuestas es la integración vertical de los productores hortícolas en la cadena de suministro.
Para Gian Luca Bagnara en un análisis sobre la horticultura italiana se aprecia que los costes operativos aún son bajos, en fertilizantes, semillas, máquinas, etc; pero los productores son poco competitivos. Entre las soluciones, para este consultor, la tan traída y llevada concentración de la oferta que nunca llega, ni llegará según muchos, y además propone que administraciones y cooperativas establezcan condiciones para agregar valor en el producto hortícola. Sergio Marini, presidente de Coldireti, les dice a sus productores, la época de las vacas gordas se acabó.

Las claves para la modernización de la horticultura están en los sistemas de producción, en el acondicionamiento y la transformación (la poscosecha) de frutas y hortalizas.
Desarrollar nuevas variedades y crear unidades de venta con interés para el comercio, es otra de las formas de encontrar valores para productores y consumidores de frutas y hortalizas. La horticultura es un segmento de las actividades económicas muy maduro entre los alimentos de gran consumo y hay que modernizarse, proponen desde el Ismea italiano.
En Italia no faltan ejemplos del proceso modernizador que se está produciendo en la horticultura. Entre los nuevos tipos de alimentos aparecen variedades de patatas con altos porcentajes de selenio, otras de yodo,  y variedades de frutos que tienen enriquecidas sus propiedades nutracéuticas, como tomates con porcentajes elevados de licopeno (el Selenio en la patata)
En el comercio de hortalizas el gran cambio se ha producido en los congelados y el segmento de ensaladas. La IV gama a la que siguen la V y VI gamas. Por otra parte los alimentos con denominaciones de origen (Dop y Igp) o los biológicos contribuyen todos ellos a segmentar el mercado. En todos estos casos hay espacios comerciales para situar el made in Italy, dice el Imea.

Las grandes empresas de semillas hortícolas en Italia
cooperan en Macfrut con un espacio de innovación
organizado por Agrossementi
El corredor verde
Hay profesiones de la horticultura italiana que, cuando miran un mapa con los países ribereños del  mediterráneo y con los de la UE y Rusia, imaginan un corredor verde por donde transitan el conocimiento, productos y comercio hortícola. Entre los cambios que ocurren en la horticultura actual italiana, hay perspectivas que coinciden con las españolas, aumenta la actividad comercial entre los países mediterráneos, aparecen nuevos mercados, hay intercambios de tecnologías hortícolas (semillas, plásticos, sistemas de riego, equipos de poscosecha, sistemas de control y de certificación de calidades, etc) y como consecuencia aumenta la presión competitiva para los productores. El corredor verde es un espacio de  competencia, en su lugar también de cooperación, entre Italia, España, Marruecos, Egypto, Israel y Turquía para abastecer de alimentos procedentes de las riberas del Mediterráneo a a los mercados de la UE y Rusia.
Según Essam Faied, Ministro de Agricultura de Egipto, el llamado "corredor verde" como concepto, es un auténtico facilitador de información y de intercambios entre los dos países, y por tanto de su país con Europa.

Alimentos frescos listos para cocer o consumir
¿Qué buscan los que quieren innovar? Nuevas variedades, alimentos que tengan valor para el consumidor, quieren acompañarse de lo saludable, natural, tradicional... los valores de siempre.
En el comercio de hortalizas entre los italianos la modernización que significa la IV gama (alimento minimamente procesado: lavado cortado y listo para cocer o para comer) comienza a crear alguna contracción en la oferta del llamado producto entero.
El año 2008 el 80% de los italianos compraba frutas o hortalizas de IV gama, mientras ahora son el 89% de los consumidores que eligen estos alimentos.
La IV gama ha cambiado completamente el sector de la lechuga. La gente hortícola ya no dice lechugas, dice ensaladas. La oferta de este tipo de presentaciones de hortalizas y frutas aún puede “mover” el mercado. En los productos hortícolas modernos el servicio es algo fundamental. Ahora la IV gama en Italia tiene un base de 54 empresas que producen ellas solas la mitad de las hortalizas de su país.
Del 2000 al 2009 la compra media de hortalizas de las familias italianas ha descendido un 35%, de 90 kilos al año (247 gramos por persona y día) a 60 kilos. Es el descenso del consumo que produce a la contracción del comercio de hortalizas porque durante la década la diferencia del gasto por familia para las compras de estos alimentos apenas tiene unos centimos de euro de diferencias, dice Luciano Trentini del CSO. La horticultura en Italia es un sector dinámico que ocupa un millón de hectáreas.
Italia y España son los dos mayores productores de hortalizas de una UE con 27 países socios eurpeos y se reparten un porcentaje del 21 y 20% del comercio de estos alimentos, un 41% entre ambos, les siguen Francia, Holanda, Polonia, Alemania, Grecia, con porcentajes entre el 8 y 6%.
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