La declaración por la Unesco como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad reconoce de hecho a la Dieta Mediterránea como saludable en un mundo con historia y un estilo de vida
Modernizar una horticultura que se oriente tan solo a los alimentos exportables no favorece el desarrollo social de su país
La declaración por la Unesco de la Dieta Mediterránea como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad reconoce de hecho a una dieta saludable en un mundo con historia y un modelo de vida, con valores en sus alimentos más típicos cultivados en su propio territorio. Porque el huerto mediterráneo es un ejemplo y, a la vez, un guardián del paisaje, explica Pier Luigi Petrillo, responsable de la promoción cultural agroalimentaria de la comisión italiana en la Unesco, en un seminario organizado durante el Macfrut de Cesena.
España ya ha preparado mensajes y logotipos para la promoción de ciertos alimentos. El mensaje Dieta Mediterránea, con este reconocimiento de la Unesco, puede tener atractivos para el comercio de ciertos productos en mercados lejanos como los latinoamericanos y asiáticos.
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La dieta mediterránea es una base nutritiva de costumbres milenarias.
Sin embargo el investigador del Inea, Crescenzio Dell’Aquilla recuerda que en las políticas comerciales de los países de la ribera mediterránea las organizaciones de productores están siempre dispuestas a levantar barricadas cuando oyen tambores de libre comercio.
En el Macfrut, Giulio Malorgio, de la Universidad de Bolonia, señala las perspectivas y posibilidades del escenario de los países mediterráneos que en el año 2030 serán 380 millones de consumidores. Por ello, Marlorgio resalta lo conveniente de los intercambios sociales, del conocimiento y comerciales, entre estos países. Entre las propuestas urgentes indica este profesor la conveniencia de armonizar las normas de buenas prácticas agrícolas, regularizar las normas sanitarias de los alimentos y favorecer los acuerdos de las organizaciones de productores hortícolas entre las dos orillas mediterráneas
La horticultura como oportunidad
El desarrollo de una moderna horticultura es una oportunidad para la mejora económica y social de las relaciones entre los europeos y los países del sur mediterráneo. Crear ocupación juvenil es uno de los principales desafíos de la crisis social en muchos países y una de las principales reivindicaciones de la denominada “primavera árabe”.
En estos países, la agricultura aún representa un altísimo porcentaje de su población activa. ¿Qué agricultura? Aquella agricultura, horticultura en nuestro caso, que se orienta tan solo a los alimentos exportables no favorece el desarrollo social de su país, explica Dell’Aquilla, porque depende de los precios de los mercados internacionales. En este caso el desarrollo se conviertirá en enfrentamientos entre países vecinos y competidores.
La clave del nuevo paradigma es coordinar la política europea entre el conjunto de los países mediterráneos. El reconocimiento de la Unesco del valor universal de la Dieta Mediterránea no significa tan solo la particularidad de dieta saludable sino una oportunidad de relanzar tradiciones y actividades, algunas de ellas como argumento de modernización de la industria y comercio agroalimentarios
Marketing alimentario
En la comunicación alimentaria reciente puede decirse que la denominación más famosa de todos los tiempos es “Dieta Mediterránea”; como afortunada expresión acuñada por la fundación del mismo nombre. En uno de sus principales mensajes a los socios de esta organización se resalta el significado para las marca alimentarias de un mensaje de acompañamiento como Dieta Mediterránea para “ser pionero en la promoción, distribución, tratamiento gastronómico y defensa de una alimentación saludable”