A la pregunta, la respuesta es que sí. El riego localizado es hoy un standard en horticultura. Hay muchos factores que obligan, aconsejan, a los productores de frutas y verduras apuntar a fechas determinadas. Son los compromisos con la demanda, con fechas claves o exigencias de calendarios y calidades de las organizadas cadenas de supermercados.
En verduras, las fruterías no solo quieren alcachofas, puerros o lechugas, sino ampliar las gamas de cada una de ellas. Por ejemplo, en Murcia empresas modernas como Kernel, el grupo GS o la andaluza Primaflor tienen gamas de más de 60 productos.
Si un observador se sentara en el despacho de un horticultor como los señalados podría ver como reciben de sus clientes “un calendario de demanda” para los siguientes 6 meses. Algo así como: 1 palet de escarola de hoja ancha, 2 palets de hoja rizada, 2 palets de alcachofa en caja de 4 kgs y 1 a granel en palot de 80 k, la zanahoria en tamaños de 15 cm, limpia y embolsada en flow pack (para que las señoras y los señores, los clientes, en las tiendas no se ensucien la manos) y las lechugas en 5 tipos embolsadas también y sin hojas sucias, con un total de palets, ... etc. Este pedido es para 2 veces a la semana.
El pedido del agricultor, el empresario hortícola, tiene que pasarlo al técnico de la finca que lo transforma en metros de suelo, a número de semillas y de plantel. Se compra la semilla y se la mandan al semillero con datos y ciclos. Los programas, como los pedidos del supermercado, se pactan entre semillero y productor por semanas. En la horticultura intensiva los semilleros están frente a nuevos retos. La cooperación entre semillero y productor hortícola ¿es ya una clave del éxito en la modernización de la horticultura?
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