Los esfuerzos en investigación realizados durante los últimos 20 años en San Pablo, Brasil, para combatir la clorosis variegada de los cítricos (CVC) o "amarelinho", una enfermedad que ataca a las naranjas, causada por la bacteria Xylella fastidiosa, resultaron en una reducción del número de fincas afectadas por la plaga en el Estado y en el Triángulo Minero de 45.58% en 2008 a 3,02% este año.
El conocimiento generado en el combate de CVC, por medio de proyectos apropiados de diferentes institutos de investigación, ha sido fundamental para afrontar ahora una enfermedad mucho más letal para los cítricos, el greening o HLB, detectado en Brasil en 2004, que está presente en un 17% de los naranjales del Estado de Sao Paulo.
En Florida, el principal competidor para los zumos de Brasil, la enfermedad se detectó en 2005 y ya afecta al 80 a 90% de las fincas. Con esto los productores de la región, que hace 15 años producían 240 millones de cajas de naranja por año, pasaron a producir 150 millones de cajas y en la última zafra, 74 millones, la cantidad menor desde 1963.
La previsión del USDA para la próxima campaña es de apenas 27 millones de cajas. Los especialistas dicen que para mantener la industria citrícola es preciso producir por lo menos entre 50 y 60 millones de cajas. Si la producción de naranja continúa cayendo, Florida saldrá del mercado citrícola.
El éxito de la lucha contra Xylella fastidiosa en Brasil parte de la secuenciación de su genoma; 8 meses antes de lo previsto se logró identificar una cantidad significativa de genes y este logro tuvo también impacto en la investigación genómica en Brasil
Una vez secuenciado el genoma, el paso siguiente fue usar esa información para controlar la bacteria, a través de la búsqueda de dianas que afectaran su capacidad infectiva y actuar sobre los factores que facilitan la propagación y extensión de la enfermedad.
Por ejemplo, se constató que la mayor incidencia de la enfermedad se da en huertos no regados; en regiones con lluvias o fincas regadas los daños son menores.
Todo este conocimiento generado permitió desarrollar un modelo de gestión de la clorosis variegada de los cítricos en los huertos, basado en la siembra de plántulas sanas, la poda o remoción de plantas con síntomas de la enfermedad y el control de vectores.
A mediados de 2003 se estableció la obligatoriedad de utilizar plantas de viveros autorizados. Desde 2003 se produjeron 200 millones de plantas de naranja en el Estado de Sao Paulo, un 80% proveniente de 200 viveros protegidos. Esta medida, unida al uso de insecticidas contra los vectores y a la erradicación de plantas madres contaminadas o de poda en las menos afectadas resultó en la eliminación de la contaminación de los viveros por la bacteria y en la caída de la incidencia de la clorosis variegadas en los naranjales de Sao Paulo y Triángulo Minero.
La reseña original, cuyo autor es Elton Alisson, proviene de un taller de trabajo sobre la importancia de la investigación realizada por dos instituciones brasileñas, FAPESP y Fundecitrus, en el control de CVC, “O impacto da pesquisa apoiada pela FAPESP e Fundecitrus no controle da Clorose Variegada dos Citros (CVC) ou 'amarelinho' na citricultura paulista”, que tuvo lugar el 13 de julio 2016 en el auditorio de la primera de las mencionadas, la "Fundación para la protección de la investigación del estado de Sao Paulo".
Informaciones relacionadas
FAPESP, Fundación para la protección de la investigación del estado de Sao Paulo
Fundecitrus, Fondo de defensa de la citricultura
Fuente
Incidência de ‘amarelinho’ nos laranjais paulistas cai drasticamente
El vídeo de YouTube está AQUÍ
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