9.10.12

¿Está en peligro la alimentación tradicional?

  • Nuevos conceptos en relación al binomio alimentación y salud
Imagen del blog “Gamen y la Educación Física
Una publicación de Montaña Cámara Hurtado

DOCUMENTO
La sección de publicaciones de Poscosecha y Grupo THM tiene disponible a la demanda un artículo sobre los “nuevos conceptos en relación al binomio alimentación y salud” de la profesora de Nutrición y Bromatología, Montaña Cámara Hurtado (Facultad de Farmacia Universidad de Madrid, España).

La Organización Mundial para la Salud (OMS) define la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades (OMS, 1990). Actualmente los consumidores en el espectáculo que son las tiendas de alimentación tienen que enfrentarse a flashes informativos con calificativos tan confusos como “funcional”, “bioactivo”, “nutracéutico” , "alimento funcional", “complementos alimenticios”. El artículo de Montaña Cámara señala las diferencias que existen entre ellos

Del blog “pretenciosas”
Sobre el alimento funcional no existe una definición universal. El término surgió en Japón y los denominaron  FOSHU “Alimentos para uso específico de salud” (Food for specific health use).

En Europa, hasta la fecha, cuenta Cámara en su artículo, el concepto de alimento funcional, de mayor aceptación es el emitido por el ILSI (International Life Science Institute) Europe en el año 1999 en el documento de consenso Functional Food Science in Europe (FUFOSE), que establece que “un alimento puede ser considerado funcional si se ha demostrado de manera satisfactoria que posee un efecto beneficioso sobre una o varias funciones específicas en el organismo, más allá de los efectos nutricionales habituales, siendo esto relevante para la mejoría de la salud y el bienestar y/o la reducción del riesgo de enfermar”. Los alimentos funcionales han de seguir siendo ante todo “alimentos”, por lo que no se considerará su consumo en forma farmacéutica (comprimidos, cápsulas, polvos, etc), se indica en la publicación sobre el  “binomio alimentación y salud”

Las informaciones de los expertos de lo que tratan es de no confundir alimento funcional con otros conceptos como nutracéutico o complemento alimenticio

El concepto “nutracéutico” fue formulado en 1989 por el Dr. Stephen DeFelice, creador de la Fundación para la Innovación de la Medicina (FIM) en Estados Unidos. Según DeFelice, "nutracéutico es cualquier sustancia presente en alimentos o partes de alimento que proporcionan un beneficio específico para la salud, incluyendo la prevención y el tratamiento de enfermedades". Podríamos asimilarlo a compuesto bioactivo. De esta manera los productos nutraceúticos son aquellos que incluyen compuestos funcionales (o bioactivos) procedentes de los alimentos pero que “se comercializan en forma farmacéutica, y contienen concentraciones de dichas sustancias bioactivas en mucha mayor cantidad que la que tendrían en una o varias raciones normales del alimento del que proceden”. De esta manera, se consiguen las dosis efectivas para alcanzar los efectos beneficiosos esperados. Tienen por tanto, los nutraceúticos o bioactivos, un uso terapéutico

La Food and Drug Administration (FDA) dispone de una legislación específica para éstos y establece una frontera entre los “alimentos funcionales” como alimentos con efectos preventivos y los denominados “nutracéuticos o productos” con efectos terapéuticos. Y de igual manera ocurre en Canadá. Sin embargo, en Europa, hasta la fecha no hay ninguna ley específica sobre nutracéuticos.

Los “complementos alimenticios” son “Los productos alimenticios cuyo fin sea complementar la dieta normal y consistentes en fuentes concentradas de nutrientes o de otras sustancias que tengan un efecto nutricional o fisiológico

Los términos “nutracéutico” y “complemento alimenticio” se podría decir que su diferenciación consiste fundamentalmente en su modo de empleo.

Al complemento alimenticio se le considera más útil para prevenir o tratar un déficit en general de carácter nutricional (y tiene a nivel europeo una legislación específica), mientras que el nutracéutico se utiliza más para prevenir y tratar alguna patología

La pregunta es,  ¿está en peligro la alimentación tradicional?  La respuesta es que no. La prioridad de la población debe ser el seguimiento de una alimentación variada, equilibrada y suficiente. Muchos de los productos que consumimos diariamente son “funcionales” o contienen “compuestos bioactivos” de forma natural. Este sería el caso del aceite de oliva (por su alto contenido en ácido oleico), los tomates (por su contenido en licopeno),  el pescado azul (con alto contenido en ácidos grasos omega 3), y todos los productos vegetales con multitud de compuestos bioactivos de forma natural.

En el documento de su artículo de los “nuevos conceptos en relación al binomio alimentación y salud”, la autora, Montaña Cámara, profesora en la Facultad de Farmacia de Madrid, facilita una detallada bibliografía en la que se incluyen organizaciones que intervienen la legislación alimentaria y la información a los consumidores.


Montaña Cámara Hurtado
mcamara@farm.ucm.es

Montaña Cámara Hurtado es doctora en Farmacia (Programa Ciencia y Tecnología de los Alimentos) y Profesor Titular en el área de Nutrición y Bromatología, en la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid. Es profesor visitante de la Universidad de California, Davis, desde 2006 colaborando en el curso “Food Folklore and Health”.
Es la directora del Grupo de Investigación UCM ALIMNOVA (Nuevos alimentos: aspectos científicos, tecnológicos y sociales), trabajando en colaboración muy activa con el sector de la industria agroalimentaria.
Sus líneas de investigación están centradas en la evaluación de la calidad nutricional, tecnológica y organoléptica de alimentos e ingredientes alimentarios de origen vegetal


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