Minimizar el uso de fitosanitarios manteniendo los niveles de producción en tomates
Manejo sustentable en los cultivos de tomate
En una noticia del Informe Frutihortícola de Argentina este semanario recoge declaraciones de Juan Berenguer de la Estación Experimental La Nacla de la Caja Rural de Granada durante el congreso de la Asaho refiriéndose a los aspectos destacables para minimizar el uso de fitosanitarios manteniendo los niveles de producción en tomate.
La coop La Palma de Motril, Granada uno de los mayores distribuidores de tomates pequeños en Europa |
Juan Berenguer se refirió en especial a la cooperativa de Carchuna La Palma que agrupa a 500 productores y está considerada un ejemplo de gestión, en los cultivos y en el comercio de sus frutos.
En Holanda los invernaderos que utilizan los productores, la alta tecnología hortícola, tienen costes de 700.000 euros la hectárea y en cambio en Almería el sistema es de baja tecnología pero con costes bajos, en cuanto a las instalaciones fijas.
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La alternativa al uso de Bromuro de metilo ha significado cambiar la gestión de las plantaciones de tomates. Uno de los aspectos que cobra importancia es el uso de plantas injertadas y el manejo integrado de plagas. Los productores de tomates eligen variedades resistentes y tolerantes a las enfermedades del suelo y virus y escogen sistemas de fertilización inteligentes.
En Granada y en parte de los invernaderos de Almería la llamada solarización del suelo, como método desinfección, se ha generalizado; aunque esta técnica tenga el inconveniente que queda el invernadero sin producir dos meses. Una alternativa es utilizar metam sodio a la mitad de su dosis habitual de aplicación para disminuir el tiempo de la solarización.
En Murcia, explica el ing agr. Berenguer, utilizan la biofumigación . Se aplica de 2 hasta 10 kilos de estiércol por metro cuadrado y se cubre con plástico.
Finamente las otras dos innovaciones aplicadas mayoritariamente en las plantaciones intensivas de tomates son la utilización de agentes polinizadores, los abejorros y las prácticas de cultivo biológico como método de lucha integrada contra plagas.
La técnica de control biológico -o producción integrada-, que comenzó a aplicarse en Andalucía en el año
2005, ha ido ganando terreno poco a poco, pasando de 250 hectáreas en ese año a las más de 25.000 actuales, informa la revista Almería Verde de la asociación Coexphal. En tomates hay 5.193 hectáreas en control integrado y en el total de hortalizas 25.613 sobre 45.428 hectáreas.
En Andalucía, España el desarrollo del manejo integrado y la lucha biológica de las plagas sigue ampliándose y ahora se extiende en la fresa de Huelva