Los supermercados urbanos son el competidor más próximo al comercio tradicional
En el análisis realizado en cuanto a la distribución alimentaria se ponen de relieve tres tendencias principales en cuanto a este sector. En primer lugar, el aumento en la concentración de los distribuidores. En Catalunya en tan solo 7 años, ha pasado del 48% al 58%, según estadísticas entre 2002 al 2009, en segundo lugar ha crecido el protagonismo de los supermercados pequeños y los grandes, que ya concentran la mitad de las compras en alimentación de los hogares españoles, mientras el comercio tradicional sigue perdiendo ventas para llenar las cestas de los compradores. Y, en tercer lugar destaca el aumento de la marca distribuidor que pasa de una cuota de mercado del 22% el año 2003 al 34% el 2009.
En el conjunto de España según datos de Mercasa en 2010, la distribución de alimentos en los establecimientos especializados (tienda tradicional) tiene una cuota del mercado del 27,7%; los supermercados el 47, los hipermermercados el 16 y otros formatos el 9,2%. En cuanto a la distribución de frutas y hortalizas, consideradas aisladamente, estos porcentajes de ventas a los consumidores variarían sustancialmente. Sin embargo la tendencia es la misma, disminución del comercio alimentario tradicional e incremento de la distribución organizada en el canal minorista.
Siguiendo con el análisis que hace el informe de la CNC, éste explica que estos factores unidos a los procesos de integración vertical, la creación de centrales de compras o el aumento del caractere restrictivo de la legislación comercial contribuyen a aumentar el poder de negociación de los distribuidores. Puede parecer que a corto término este poder sea positivo para los consumidores debido a la contención de precios, precios bajos dicen los supers en sus tiendas.
A más largo plazo los efectos de estas tendencias son más ambiguos dicen en el CNC y pueden afectar a la competencia entre fabricantes o productores y entre distribuidores. Las marcas de los fabricantes más débiles desaparecen y también desaparecen los productores hortícolas que no tienen capacidad negociadora. Como consecuencia de la concentración de la demanda, por una distribución cada vez más organizada, está emergiendo un mercado más restringido, menos plural, en el que solo caben las marcas fabricante líderes y en cuanto a la horticultura se pierde diversidad en la oferta y lo que se vende son solo las referencias que indican los supermercados.
El impacto de la gran distribución
Como menor número de empresas de distribución menos competencia. Los proveedores, los fabricantes o productores, son cada vez más débiles y dependen economicamente de los distribuidores. Esta situación, se dice en el análisis de la CNC, dificulta las reclamaciones en las situaciones en que fabricantes y productores se crean perjudicados. Hasta incluso de infracciones en materia de propiedad industrial, competencia desleal o defensa de la competencia.
A menudo este poder de la distribución actual en Europa y Estados Unidos, por ejemplo, establecen prácticas peligrosas como en las condiciones de los pagos comerciales, la no fijación por escrito de las condiciones contractuales y las modificaciones retroactivas no pactadas o previstas.
En los países como en España, que las leyes potencian el modelo de supermercado mediano, no solo tiene un impacto negativo en la diversidad y la innovación, sino que la propia legislación cuando favorece a los supermercados está ayudando al competidor más próximo al pequeño comercio minorista tradicional., dice el infome de la CNC
El informe de la CNC sobre las relaciones entre fabricantes y distribuidores en España
