Arboles en Mendoza, Argentina, a photo by Grupo THM, tecnologías horticultura mediterránea on Flickr.
Los árboles naturalizan las ciudades y parece que no es cierto que la contaminación del tráfico acabe con ellos. Además en Mendoza el clima es desértico, pero esto no ha significado que los árboles dejen de ser el atractivo urbanístico más determinante para sus ciudadanos.
Esta calle de Mendoza es como las demás en esta ciudad en dónde todo su paisaje urbano es así.
¿Porqué los árboles no crecen también así en las calles de mi pueblo? Sin llamar estúpido a nadie, como hizo Clinton, la respuesta es el agua y el suelo. Un árbol necesita agua de riego y un buen suelo, como todas las plantas.
Mendoza, ubicada en el glacis de piedemonte de la cordillera de los Andes, ocupa 57 km2, aunque su área metropolitana, conocida como Gran Mendoza, se extiende 168 km².
La base de la ciudad actual surgió de un nuevo ordenamiento realizado en 1863 luego del Terremoto de Mendoza de 1861 por el agrimensor francés Julio Balloffet y que incluye la disposición estratégica de cuatro plazas menores circundando a una plaza mayor.
Las acequias y el buen suelo claves de la frondosidad del arbolado urbano en Mendoza |
La zona en la que está fundada esta ciudad argentina presenta clima semidesértico y su provisión de agua solo es posible en los oasis, donde los ríos que bajan de las cumbres de los Andes derraman sus turbulentos torrentes de agua. En Mendoza construyeron acequias, encargadas de regar los árboles a los costados de las calles.
Arboledas como las de las calles de Mendoza ponen en evidencia a paisajistas, arquitectos y administraciones públicas que realizan plantaciones de árboles en nuevas urbanizaciones y parques empresariales en suelos llenos de cascotes y restos de construcciones, sin sistemas de riego eficientes, y además gastan ingentes cantidades de dinero en manutenciones que no tienen ningún sentido. Sin volver a llamar estúpido a nadie, recordemos, otra vez, que es el buen suelo y el agua lo que quieren las plantas.