7.6.12

Trazabilidad, certificación y etiquetas, ¿para qué?

  • ¿Cuando los consumidores compran frutas y hortalizas, deben ser informados como lo están con los demás alimentos?
Una marca de patatas
 con información contrastada y exhaustiva
COMENTARIO
Una reciente información de prensa en España (Junio, 2012) explica que en algunos  supermercados no hay forma de saber qué patatas son las tempranas de Andalucía en primavera y las que llevan 10 meses almacenadas procedentes de Francia. Algún consumidor/a de buena fe, preguntado por la prensa televisiva, ante unas ofertas presentadas en graneles, cuenta que hay una manera, el precio; las caras son las españolas, recién cosechadas, y las baratas, las francesas.

Las informaciones sobre los alimentos en la cadena de suministro en los años 80 y 90 del siglo pasado no tenía armonización en cuanto a seguridad alimentaria, ahora sí la hay. Pero las crisis alimentarias recientes han llevado a dañar la credibilidad de las informaciones que se dan a los consumidores. ¿Para qué sirven las certificaciones de calidad en las frutas y hortalizas?, se preguntan la gente de IFPS, product Identification food safety.

Atractiva frutería con buen cuidado en la higiene del establecimiento y con  la habitual falta de información para el consumidor
El año 2006 un brote de E. coli en espinaca del rancho San Benito afectó a todo el sector del comercio de hortalizas en Estados Unidos. Un caso parecido, poco tiempo después, ocurrió con melones procedentes de Mëxico y las consecuencias fueron la ruina de la exportación de esta fruta hacia Estados Unidos para varios años. Aún no se han recuperado el nivel de las exportaciones de entonces.

La crisis alemana del verano pasado con el E.Coli que dijeron que venía de Almería, produjo pérdidas, no tan solo a los productores españoles sino también a italianos, franceses y holandeses. En Alemania casi se prohibió vender pepinos. La contaminación, se supo después, provenía de brotes de soja producidos en un invernadero de este país. En el comercio organizado, las frutas y hortalizas cumplen estrictos procesos de seguridad alimentaria y normas de trazabilidad. Hay marcas que incluso están certificadas. ¿Para que sirven estas certificaciones? ¿La certificación ayudó en la crisis del E.Coli? Entonces, con la crisis del pepino, las empresas certificadoras españolas y holandesas hicieron el ridículo, creo yo. En Alemania hubo histeria mediática con políticos hablando por la tele y la radio, creando miedo hacia el consumo de frutas y hortalizas. ¿Qué se puede hacer, frente a estos casos? se preguntaron en una sesión sobre información a los consumidores en Fruitlogística del año pasado.

Explicar que las frutas y hortalizas son alimentos seguros, dicen los profesionales que se dedican a la trazabilidad y a la certificación de alimentos. Del campo a los mayoristas, es decir a la descarga del camión, parece que la información en la cadena de suministro está asegurada, afirma Chris Harris de PTI, Produce Trazability Iniciative. Después viene el comercio en las tiendas y el recorrido hasta las neveras del foodservice o de los consumidores.

Atractivos graneles que sirven de decorado
en los escenarios de los supermercados
Atractivas las bolsas
 de manzanas "listas para llevar"
ETIQUETADO
La información es deseable y puede ser escaneable
Todos los alimentos tienen una historia que contar, es un eslogan del sistema Food LogiQ. Hay quienes tienen la visión de crear la trazabilidad electrónica. Las TIC, nuevas tecnología de la información lo permiten.

La tecnología de los códigos de barras está implantada en ⅓ de las tiendas de alimentos. Según IBM, con esta tecnología se venden 354 billones de euros. En las cadenas de  tiendas minoristas modernas lo quieren todo etiquetado. Las soluciones a la demanda de información  de los consumidores sobre los alimentos que compran están en las etiquetas. Los Fresh Food Standards habría que aplicarlos. Incorporar la información en los códigos de barras. “Soy un tomate caducado, no me vendas” o bien “aplícame una rebaja, estoy sobremaduro”.

Las frutas y hortalizas tienen valor intrínseco, como las patatas tempranas, del ejemplo al inicio de este comentario, o para las cerezas, fresas o tomatitos cherry con "residuos cero" que en muchas ocasiones son para comerlos callejeando.

Envase "distinto" de manzanas. Parece que está mirando
a los clientes. 
En la asociación holandesa FresQ, explica Jacco Vooijs, sus 155 socios productores con varias marcas están tomando el compromiso de informar a los consumidores.

En FrugiCom creen que la cadena de suministro se fragmenta. Con las campañas de información a los consumidores se mejoran las cosas, pero en caso de crisis, ¿se puede hacer algo? La información de un producto no sólo debe ser reconocible por los comerciantes de la cadena sino escaneable. Con los smarphones aparecen unas posibilidades que por ahora son inéditas. De las frutas y hortalizas, como en los demás alimentos se obtendrán cada vez más informaciones, como los valores saludables, las recetas de cocina, los valores de la temporada en una región o país.


Lo regional es fundamental. Según Prince de Bretagne, la mitad de los alemanes se fijan en el origen de lo que compran.  La regionalidad significa confianza para la gente. En una cadena como Globus, sus expertos en comunicación conocen bien la influencia clave sobre el tan traído y llevado “sabor” de los alimentos frescos. “Los clientes el sabor que conocen es el que les sabe mejor” Por ello, los alimentos no deben ser anónimos, sino que debiera conocerse hasta el productor, creen algunos, y yo entre ellos.

Etiquetas inteligentes para informar a los consumidores
Los del branding y el packaging hablan de las etiquetas 3.0. Son los nuevos avances que la tecnología, la ciencia, la investigación, la ingeniería química ponen a disposición del mundo de la alimentación, especialmente en el caso de los perecederos, comunicando al consumidor mayores datos sobre el estado del propio producto en el momento de la compra o consumo.

Nos referimos a aquellos sistemas, materiales y aplicaciones que evolucionan el rol del packaging como contenedor de alimentos: los llamados packaging activo, packaging inteligente y etiquetas inteligentes.

DIVERSIDAD
Diversidad de frutos, ¿cuánta más mejor?
¿Cuántos tipos de tomate tiene que haber en mi frutería?
A mediados de los 90's en el sector de la horticultura en Bélgica - y especialmente los cultivos de tomate - se vieron afectados por una grave crisis de precios. Con el fin de resolver este problema VLAM introdujo la marca de calidad Flandria y al mismo tiempo comenzó el desarrollo de una serie de nuevas tipos de tomates. Fué "una historia que tuvo éxito", confirma Jan Prinsen del Instituto Belga de Alimentos Frescos, aunque ahora comienza a temer que hay límites en las diferenciación en los tipos de fruto, según explica al Supermagazine / Buurtsuper.be

El escenario no es que no tenga fundamento; “un cliente pensando en comprar tomates se va a casa con una lechuga, porque tuvo miedo de comprar los tomates equivocados. Demasiadas opciones es paralizante y ni el consumidor ni el tendero se benefician de esto. Hay muchos tipos de tomates y hay muy poca gente que sepa cuándo y para qué plato usarían estos tomates que están a la venta en las fruterías o en los supers.
Sin embargo los productores quieren vender más tomates. Es la reina delas hortalizas y los consumidores los aprecian, saben que son sabrosos, muy útiles en la cocina y saludable comerlos a menudo.

En las tiendas de descuento, en los hard diskount’s,  hay poca diversidad y elegir es fácil  es mucho más fácil para el consumidor que en las fruterías más surtidas.  Esta es una de las razones por las que los supermercados y fruteros dicen que para aumentar su cuota de ventas de frutas y verduras: menos referencias, es más rápida rotación de cada referencia y por lo tanto venden más productos frescos diarios". Puede ser verdad, pero los consumidores se aburrirán de disponer siempre lo mismo y entonces, en lo único que se van a fijar es en el precio.

Para el Sr. Prinsen, un experto, según la información de prensa a la que hace referencia este comentario, hay otros argumentos además de limitar la oferta. Cuantos más tipos de fruto de cada especie de fruta o hortaliza, más lenta será la rotación y más difícil para ofrecer productos frescos diariamente. En realidad, con ello, sin decirlo, lo que yo creo es que las tiendas lo que buscan es maximizar la distribución de sus espacios y facilitar la gestión de la categoría.

El Sr. Prinsen, como gestor comercial de productores de tomates,  opina que 10 tipos de tomates son suficientes para ofrecer a los consumidores. "El dueño de la tienda podría, de vez en cuando, hacer ofertas con un tipo variedad, que normalmente no sea habitual en el estante. Por ejemplo, el 'tomate de la semana' (mes), o realizar campañas de usos, para “el pan con tomate”; verde y rojo en las ensaladas, etc. Las “ofertas”, en los canales minoristas organizados, producen una dinámica en las tiendas que hacen necesarios los surtidos, la diversidad”
El espacio de venta es pequeño. Cada cosa en su sitio y la diversidad como opción. Hay información precisa en cada cesta de estos graneles
Otra cosa, son los tipos de tiendas. Con frutas y hortalizas, las cadenas de tiendas, pueden crear su propia imagen comercial,  especializándose con surtidos propios.”

GRANELES
Pocas de estas opiniones son valiosas sin la identificación, sin la información a los consumidores. En frutas y verduras no identificadas se producen timos a los consumidores. En los graneles y con la falta de higiene es fácil crear confusión en el caso de contaminaciones sanitarias. Además en estos casos de las ventas de frutas y verduras en  graneles, los productores organizados debieran rechazar cualquier tipo de responsabilidad alimentaria y trasladar esta responsabilidad unicamente a los minoristas o a las administraciones públicas.
(Jan Prinsen, basado en información de: Supermagazine / Buurtsuper.be)


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