4.8.12

La agricultura sostenible del siglo XXI: auge del control biológico y sistemas de producción integrada

  • Las 5 tendencias emergentes de la agricultura sostenible
De igooh
DOCUMENTO
Actualmente la agricultura está basada en un sistema intensivo de producción que requiere un alto consumo de combustibles fósiles y el empleo masivo de fertilizantes y productos fitosanitarios. Así, según Naciones Unidas, la agricultura consume el 69% del agua potable, ocupa el 11% de la superficie terrestre (1,5 billones hectáreas, de las cuales el 50% es destinado a pastoreo para animales) y emplea el 11% del petróleo. No obstante, es creciente una mayor concienciación en materia de seguridad alimentaria y los consumidores demandan sistemas más sostenibles que preserven el medioambiente y la biodiversidad. Uno de los mayores desafíos radica en la reducción de riesgos e impacto de los productos fitosanitarios sobre la salud humana y el medioambiente mediante el uso de nuevas tecnologías englobadas en sistemas de producción integrada que reduzcan los residuos y minimicen el impacto medioambiental.

Emilio Marín Manzano, ingeniero agrónomo y emprendedor del proyecto Control Biológico, cita a 5 tendencias como emergentes y las publica en la web Madridmasd.org; son éstas, 1) el auge del control biológico impulsado por la legislación; 2) las normativas exigentes de los registros de productos fitosanitarios en la mayoría de países; 3) los reglamentos estrictos en cuanto al LMR, Límite Máximo de Residuos de plaguicidas; 4) el auge de los sistemas de producción integrada (IPM) y 5) la agricultura biológica (orgánica)

La biotecnología, dice, Marín Manzano ha desarrollado un gran número de estrategias que pueden ser empleadas en agricultura y éstas no se limitan a los organismos modificados genéticamente.

Y, como casi siempre, el conocimiento tiene raíces antiguas, añade este ingeniero. Por ejemplo, en 1835 se determinó que el problema que afectaba al gusano de seda era el hongo Beauveria bassiana que actualmente se emplea como medio de control de determinadas plagas (trips, mosca blanca, pulgones, cochinillas, etc.). En 1878, en Rusia se descubrió que el hongo Metarhizium anisopliae controlaba la larva del escarabajo de la remolacha. Actualmente, se emplea para control de insectos del suelo. A principios del siglo XX un bacteriólogo japonés descubrió una bacteria, Bacillus thurigiensis, y en 1911 una empresa alemana descubrió su efecto insecticida, siendo en 1922 cuando se empleó como insecticida por primera vez. En 1930 otro hongo muy conocido para el control de hongos patógenos del suelo, Trichoderma sp., fue ya utilizado.

De BioCab
Dentro de las nuevas tecnologías encaminadas hacia una agricultura más sostenible se destaca el Control Biológico que se basa entre otras en el empleo de las siguientes tecnologías: 1) microorganismos, 2) extractos vegetales, 3) enemigos naturales (depredadores y parasitoides), 4) feromonas.

El autor explica en este artículo sobre “la agricultura sostenible del siglo XXI: auge del control biológico y sistemas de producción integrada” las ventajas de control biológico frente a otras alternativas y los aspectos que ralentizan su introducción y desarrollo.



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