Unos pocos grandes actores de invernaderos europeos, probablemente con la ayuda de inversores, se consolidarán aún más siendo empresas, con grandes marcas. Esta es una visión del porvenir desde el Rabobank holandés
¿Qué ocurrirá con la aparición de nuevas estructuras empresariales en la hortofruticultura comestible europea?
OPINION. Una organización fuerte es fundamental para adaptarse a la evolución de la cadena de suministro y a los hábitos de los compradores de alimentos y hacer frente a la competencia. La horticultura europea de invernaderos es extremadamente diversa, está formada por más de 100.000 pequeñas empresas, principalmente de propiedad familiar.
Para las empresas individuales, es difícil influir en los factores clave de la distribución de alimentos, también es difícil controlar la extensión de las plantaciones, los efectos de la climatología en "mi región", y los costes de salarios o la energía. No obstante, los productores no tienen porque "esperar y observar", opinaba Cindy Van Rijswick, el año pasado en las páginas de Eurofruit. Los productores hortícolas modernos en un futuro próximo podrán cambiar sus modelos de empresas y relacionarse de nuevas maneras con la cadena de valor alimentaria.


